Alberto Hidalgo * (Magda Portal)
Los autores de “De muertos, heridos y contusos” (Alberto Hidalgo) y “La trampa” (Magda Portal) sellaron una gran amistad en revistas y exilios, compartieron el cultivo de la poesía y la militancia aprista, de la cual renegaron luego abiertamente. Reconocimiento de ello son las conferencias y poemas que le dedicó Portal.
ALBERTO HIDALGO
Por Magda Portal
Nacerán más Hidalgos más Albertos
(están naciendo cada día)
saldrán de las raíces de la tierra
brotarán tensos hacia arriba
antenas enredadas en los aires
para cumplir la misión de mirar
de recorrer con la mirada
todos los cielos del Perú de América.
Alberto roturó todas las tierras
y plantó su semilla
echó a volar sus pólens
saturados de amor de poesía de protesta
y ellos aterrizaron en las selvas en las abras del Ande
en las costas de arena
en todo corazón y en todo pecho
Alberto rojos verdes amarillos
con tintes aurorales
Albertos con sabor y olor a pueblo
con sudor de miseria
Se llamarán Alberto o Carlos o Javier
o Che Guevarra el grande o quien sabe tal vez
Julián Mamami o Julca Gumercindo.
(Alberto no sabía antes de su morir terrestre
de su tránsito
no sabía que el Che fue asesinado
no lo sabía a dentelladas)
lo destrozaron los chacales Ovandos o Barrientos
de lo mismo
él se arriesgó en la jungla de Bolivia
que también es América
pese a sus entorchados y sus gorilas al servicio del yanqui
se internó con voz admonitiva
sus manos dadivosas
su corazón inmenso
sabía que tenía que morir
Le dieron muchas muertes
la sed el hambre el sueño
el fuego los puñales
lo taladraron vivo
pero él tenía el rostro tan sereno
tan mirado de asombro
tan ajeno
no era con él era con todos los campesinos de la tierra
los mineros los indios los cholos
a los que ajusticiaron en su carne
fue largo su morir
y no lo supo Alberto
cada cual en su propio territorio
en su solar de llanto
Alberto poemaba agonizando
para dejar su ley de amor
el Che se desangraba poemando poemando
entre los mosquitos y chacales
entre lodo y miseria enrojecidos los caminos
con el sereno rostro enternecido
de tanto amar al pobre
Julián Mamani o Alberto o Javier el pequeño
que encendió la floresta con su sangre
y murió cara a las estrellas
No lo sabía Alberto aún pero tal vez ya lo sabía
pues era triste su agonía como un viejo rezar o un sollozo
tenemos que morir César Vallejo Alberto Hidalgo
sin terminar de hacer lo que hay que hacer de todos modos
morir sin liberar el aire el cielo el agua
los caminos
para que los disfruten todos
los pueblos de la tierra.

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* Este mes de noviembre se cumplieron 50 años de la muerte de Alberto Hidalgo, poeta y libelo arequipeño, coautor junto a Jorge Luis Borges y Vicente Huidobro de la antología “Índice de la nueva poesía americana” (1926) y del libro de poesía “Nuevas piedras de Machu Picchu” (1961) junto a Pablo Neruda y Martín Adán, entre otros muchos libros. Propuesto varias veces en Argentina para el Premio Nobel de la Literatura o, como diría Alejandro Romualdo, nuestro Hidalgo de la mancha.
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